Presentación del blog

Este blog nace con la intención de ayudar a difundir tres enfermedades que aun existiendo y padeciéndolas miles de personas, no se conocen ni se reconocen, pero se sufren:



Fibromialgia, SFC y SSQM.


miércoles, 23 de marzo de 2011

"Las medicinas curan o causan cualquier enfermedad"

Joan-Ramon Laporte, jefe del servicio de farmacología en Valle Hebrón
Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

"Las medicinas curan o causan cualquier enfermedad"

24/01/2011 -
Foto: Xavier Cervera
 

¿Analiza fármacos que ya están en el mercado?
Sí, porque cuando un fármaco sale al mercado ha sido probado por unos pocos miles de voluntarios, pero al comercializarse en todo el mundo es tomado por millones de personas y es entonces cuando pueden aparecer efectos indeseados, en ocasiones con desenlace mortal.

¿Cuál es el medicamento que más gente ha matado?
La aspirina, porque es el medicamento que más gente ha tomado y la  percepción de su riesgo está distorsionada. A dosis bajas -cien miligramos al  día- es un excelente protector cardiovascular, pero a dosis analgésicas -un gramo- puede producir hemorragia gastrointestinal.


¿Hay datos?
En Catalunya se producen unos 3000 casos anuales de hemorragia  gastrointestinal de los que un 40% son atribuibles a la aspirina y a otros antiinflamatorios. En EE.UU. mueren al año por hemorragia gastrointestinal por antiinflamatorio unas 15.000 personas; mientras que de sida mueren  12.000.


Impactante.
Cualquier enfermedad puede ser producida por un medicamento: un infarto de miocardio por un antiinflamatorio y por muchos otros fármacos; una  neumonía, cualquier enfermedad neurológica o patología psiquiátrica puede ser favorecida por medicamentos.


Veo que lo de los efectos secundarios va en serio.
Muchos causan depresión, como algunos que tratan la presión arterial o los diuréticos en personas de edad avanzada. Los medicamentos para el insomnio pueden provocar crisis de agresividad, muchos casos de irritabilidad al levantarse se debe a medicamentos de este tipo, como las benzodiacepinas u otros hipnóticos de acción corta.


¿Estamos hipermedicados?
Sí, llegamos al punto de que cuando una persona está triste se dice  coloquialmente que esta depre. Los antidepresivos solo sirven para una depresión profunda, y la tristeza no es una enfermedad, es una reacción saludable.


¿No hay medicamento sin efectos indeseados?
No, cada medicamento tiene su peaje. La Agencia Europea del Medicamento calcula que cada año fallecen en Europa 197.000  personas a causa de efectos adversos. En EE.UU. los efectos adversos son la cuarta causa de muerte, detrás del infarto de miocardio, el ictus y el cáncer; y por encima de la diabetes, las enfermedades pulmonares y los accidentes de tráfico.


¿Es una lotería?
No, si la toma o la prescripción del medicamento fuera más atenta a los  riesgos que conlleva se calcula que se podría evitar entre un 65% y un 75% de estas muertes.


Anunciar fármacos por televisión debería estar prohibido.
Opino lo mismo. En España solo se pueden anunciar los que no financia la Seguridad Social, sino la arruinarían. Somos el país de Europa que en relación al PIB, más medicamentos consume.


Hablemos de sus precios.
Son arbitrarios. Fabricar el medicamento más caro, de cien a quinientos  euros, no cuesta más de dos euros incluyendo el envase. Supuestamente pagamos el esfuerzo de investigación. Pero entre un 30% y un 40% del gasto medio de los laboratorios se destina a la promoción comercial.


El precio lo negocia el Gobierno.
Sí, pero con poco éxito. En España el precio del medicamento está  alcanzando el de Alemania que nos duplica la renta per cápita.


Qué gran negocio.
Según el informe de desarrollo de la ONU es el tercer sector económico detrás de la industria armamentística y el narcotráfico.


Dicen que se inventan cada año nuevas enfermedades.
Sí, sobre todo en relación con la mente y el sexo. Convierten la timidez en enfermedad y la medicalizan. Ahora se han inventado la disfunción sexual femenina: “Padeces disfunción sexual femenina..., no se ría...


De acuerdo.
…Si en los úlitmos seis meses has rechazado una proposión de relación sexual o no has tenido una con satisfacción plena”. Cada vez que se reúne uno de los comités de hipertensión arterial (el estadounidense, el europeo, o el de la OMS) bajan el nivel de presión arterial considerado normal, y lo mismo ocurre con el colesterol.


Explíqueme.
En pocos años se ha disminuido de tal manera el límite de normalidad del colesterol que cada vez hay más población que debe tratarse. En EE.UU. ha aumentado de 3 millones de personas a 25 en 10 años.
Asombroso.
La industria farmacéutica dedica el doble (en España el triple) de su  presupuesto a promoción comercial que a investigación. Una visita del  representante comercial viene a generar unas 35 nuevas recetas del  medicamento. Lo asombroso es que no haya en Sanidad una especie de central de compras de medicamentos con gente formada.


¿Quién se ocupa de la formación continuada del personal sanitario?
Los laboratorios, así que es muy difícil asegurar que no haya una influencia de intereses comerciales.
 

Alma médica
No debió ser fácil crear hace 26 años una fundación (Institut Català de Farmacología) que investiga y denuncia los fármacos que representan algún peligro para la salud. Habrá de todo, pero en la industria farmacéutica hay sobre todo dinero, poder e influencias. "..Parece que hayan perdido su alma médica y se hayan quedado únicamente con su alma comercial", dice Laporte que sabe de lo que habla, entre otras cosas presidió el comité de medicamentos esenciales de la OMS (2003/04) cuando se consiguió que se aprobaran los antirretrovirales genéricos que salvaron tantas vidas en África. Aquí ofrezco solo una décima parte de lo mucho que me contó: el negocio de la salud da para hablar.
La diferencia entre un medicamento y un veneno radica en la dosis.

Fuente: La Contra Vanguardia

martes, 22 de marzo de 2011

El hospital responde / Hospital del Mar / Pilar Remiro

El hospital responde
Publicado por Miguel Jara el 22 de marzo de 2011
A comienzos de febrero pasado publiqué sobre el caso de Pilar Remiro, la auxiliar de enfermería del Hospital Puerta del Mar de Barcelona a la que no dejan ir a trabajar con mascarilla pese a que padece Sensibilidad Química Múltiple. Hace unos días me puse en contacto con la directora de Comunicación del hospital, Maribel Pérez Piñero, para interesarme por la opinión del centro. De manera muy amable me escribió explicándome la postura del Hospital y por curiosidad le enseñé a Remiro la misiva. La auxiliar de enfermería me diría lo mucho que se podría contestar a las palabras de la directora de comunicación. Así que he destacado los párrafos de Maribel y a continuación de los mismos lo que me cuenta Pilar sobre ellos:
Apreciado Sr Jara,
Hemos recibido su demanda de información en relación al tema de Pilar Remiro. En primer lugar queremos agradecerle que nos permita manifestarnos sobre este asunto y expresarle al mismo tiempo, que lamentamos profundamente la percepción de Pilar sobre el interés que la institución ha mostrado sobre sus problemas de salud.
En este sentido, ya desde el año 2007, año en el que tenemos constancia que Pilar inicia todo el proceso clínico por los problemas de salud que le aquejan, nuestra intención ha sido facilitarle soluciones y opciones laborales que le resultaran lo más beneficiosas posibles para su salud y bienestar. Por este motivo durante este tiempo se le procuraron dos traslados de puesto de trabajo y adaptación de su horario laboral.
Al valorar que su situación física podría verse comprometida debido a la carga de trabajo que suponía su labor como auxiliar de enfermería en una planta de enfermos crónicos de un centro socio-sanitario, se le proporcionó otra ubicación laboral que finalmente no resultó adecuada.
El primer traslado fue en agosto diciendo el jefe de recursos humanos del Hospital del Mar, el cual me hizo ir dos veces en un día, por la mañana no se presentó, que como las supervisoras estaban de vacaciones de momento me ponía en el ropero, sus palabras “no te preocupes de nada Pilar, el ropero está completamente automatizado y no tendrás que hacer fuerza”, allí estarás este mes, y cuando vuelvan te pondremos en alguna planta que se adapte a tu situación.
Yo que me lo creo todo, dije “si no hago lo que quiero, querré lo que hago” es mi filosofía de vida, con lo que acepté, mi sorpresa fue cuando me presenté al trabajo, me puse a buscar las máquinas, allí de automático no había ni la máquina de coser.
La compañera se reía de cómo me habían tomado el pelo, había buen ambiente, estuve a gusto a pesar de que había cosas que no podía hacer, la ropa pesa mucho. Hice mi trabajo y lo disfruté como tenía previsto con la perspectiva de que me llamarían para informarme del cambio, pasó septiembre y nada y en octubre pedí hora para hablar con el jefe de personal Sr. Vicente San José, le dije que pasaban los días y allí nadie decía nada, le pregunté si había algún problema, fue entonces cuando con una gran sonrisa me dijo “Pilar tu eres un marrón que yo no me voy a comer, eres una lisiada y aquí no queremos lisiadas, hare lo posible por que te echen del hospital“.
Pedí hablar con el jefe de recursos humanos del IMAS (Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria) y decidió que lo mejor era volver al Geriátrico que allí me habían encontrado el sitio perfecto, “estarás muy bien” dijo.
Volví al Geriátrico, donde habían encontrado el sitio perfecto, una planta compartida con Psiquiatría, anteriormente había pedido que por favor no me pusieran nunca en esa planta, con gran disgusto tuve que aceptar, aceptar estar en una planta que no tiene enfermera, solo viene si la llamas, está en otra planta, los enfermos son enfermos con demencia tan avanzada que están allí esperando a morir. Hay personas que les ha molestado que dijera que es una planta de terminales, pero es la realidad, ninguna autonomía, comen si tú les das, se mueven si tú les mueves, todo lo que conlleva la demencia en su estado más limite. Esa era la planta ideal para mi según ellos, lo que tenía de ideal es que son personas que los familiares no van a verles, por lo que nadie se entera en qué situación ni con quien están siendo cuidados, en cualquier otra planta los familiares se hubieran dado cuenta, la queja hubiera ido para el centro, así fue para mí, ya que las compañeras se sentían mal de tener que hacer mi trabajo y yo me sentía mal de no poder hacerlo.
Estos señores han visto mucha gente que está como podría estar en una zapatería, no es mi caso, yo amo mi trabajo, lo disfruto, bueno, lo disfrutaba; aquello para mí fue una tortura gigantesca. Volví a poner en pie a la comisión de seguridad en el trabajo, vinieron por tercera vez en comitiva un montón de gente. ¿De qué sirvió? De nada, como las otras veces. Unos me decían que se reunían, otros que no se habían reunido nunca, me dieron versiones para vender. Pero era lo que buscaban que nos enfrentáramos las compañeras así ellos se lavaban las manos.
Allí ya me puse a decir “no soy una pelota con la que jugar y dar patadas o desahogarse”, fuimos a juicio, en la primera que se hace de reconciliación el abogado de la empresa dijo que nada de nada. Teniendo que acabar en el juzgado. Entonces empezaron a ir las cosas de otra manera, estaba empezando a perder la inocencia.
Posteriormente se le propuso un traslado al área de consultas externas del Hospital del Mar en el turno de tarde, valorando que las cargas de trabajo del citado puesto son sustancialmente inferiores a las ocupaciones anteriores.
Aquí la insistencia del Sr Vicente San José era que hiciera mañana y tarde, el horario con mucho sentido común lo facilitó la intervención de la que sería mi jefa, no el jefe de recursos humanos.
Más tarde y cuando la Sra. Remiro planteó sus problemas de salud relacionados con la exposición a sustancias químicas, se valoró que al tratarse de un espacio ambulatorio externo al ámbito hospitalario y por las funciones que debía desempeñar, la exposición a sustancias químicas era muy improbable y por lo tanto, también, que se le pudieran ocasionar perjuicios y molestias, adaptándose incluso los horarios para facilitarle la asistencia.
No, rotundamente falso, yo solicité ampararme en el artículo 25 de la ley de protección al trabajador, en la que se reduce el horario pero no el sueldo, se denegó esta petición. Es más se dijo que si se reducía el horario se reducía el salario. Si yo admitía eso tenía reducción de horario.
En cualquier caso, en todo este proceso el criterio clínico que ha prevalecido, así como las decisiones médicas adoptadas por los profesionales de salud laboral en las más de 20 visitas que se le han realizado, se ha fundamentado tanto en la evidencia científica como en la información que ella misma ha ido proporcionando.
La gran mayoría de esas visitas fueron realizadas con el Dr. Figuerola, el médico de empresa que se preocupaba por los trabajadores y que ya no está, se puso malito, estas visitas se realizaron entre 2006 y 2007 donde él se preocupó de hacerme todo tipo de pruebas y de apoyarme, dado que yo no admitía el diagnóstico de las enfermedades. Desde entonces hasta el 2010 habrán sido cinco visitas provocadas por mi solicitud de que se implicara el comité de empresa y riesgos laborales, una de estas visitas fue el día que me presenté con la mascarilla, en la que el médico de empresa me dijo: “Pilar llevas la mascarilla para provocar a la empresa” me quedé a cuadros de oír a un médico decir eso. Creo que fundamento científico poco, por parte de ellos.
No obstante, sentimos que Pilar no se haya sentido atendida conforme a sus expectativas, porque el principal objetivo del equipo del servicio de prevención y salud laboral es desarrollar una labor encaminada a favorecer la protección y la promoción de la salud de los y las profesionales que prestan sus servicios en nuestra organización.
No lo sientan tanto prepárense mejor y no hablen de lo que no conocen, pues empeoran la situación y toman decisiones que no es que sean erróneas, es que solo van a afianzar a los jefes y la silla de ustedes pero no al trabajador, a los trabajadores los estresan con mucha soltura. Un médico que se preocupa tanto no te llama a tu casa para decirte que dejes de hacer público el caso.
Atentamente,
Maribel Pérez Piñero
Directora de Comunicació Corporativa.